En Teodicea, el más relevante de sus libros y una de las cumbres del pensamiento filosófico y teológico del Occidente cristiano, Leibniz nos presenta un Dios que en su creación del mundo ha seguido el plan más digno de merecer su preferencia. Un Dios convertido en optimizador global de la economía del universo, que ha hecho y hace lo mejor que es posible