El libro recoge diez años de investigación en terreno por Chile y Sudamérica, y busca convertirse en un apoyo para la docencia en el área de la etnomusicología y las ciencias sociales en general.
El estudio de las manifestaciones musicales de los pueblos originarios que viven actualmente en Chile y sus países limítrofes es el eje principal de la obra. A través de cinco capítulos, la obra ofrece un amplio panorama espacio-temporal, revisando las expresiones musicales de los kaweskar, la cultura Tiwanaku, las cofradías indígenas del Santiago colonial, de artistas de origen mapuche y su relación con el Chile actual.
Asimismo, el profuso trabajo de campo en el cual se basa el libro, permite reconocer las características del proceso de investigación con comunidades originarias hoy en día.