Si lo que le interesa saber es a qué velocidad iba James Dean cuando se mató con su coche, también le recomiendo que no se rasque el bolsillo. Pero si lo que quiere es disfrutar de un trepidante viaje por alguno de los más oscuros misterios sin resolver que han salpicado Hollywood, entonces "Vivir y morir en los Ángeles" vale los euros que le pidan por él. El lector desprejuiciado descubrirá que las vidas y muertes de algunos nombres del cine americano de los que a duras penas ha oído hablar, pueden resultar tanto o más trágicas y apasionantes que las de las grandes estrellas. Ya se sabe que la Muerte es totalmente democrática y no entiende de sueldos millonarios ni de la posición que se ocupe en los títulos de crédito.