España, años sesenta del siglo XX; un joven viaja a un pueblo del interior de Andalucía para reunirse con su novia y unos amigos. Bajo este argumento en apariencia intrascendente, Manuel García Viñó levanta una radiografia y una denuncia de la corrupción de la inteligencia y la sensibilidad de una sociedad amordazada y mentalmente inane. Autorretrato de un joven inconformista, en El escorpión los lectores de Manuel García Viñó encontrarán de nuevo la prosa sugerente y las obsesiones del autor de La pérdida del centro: la exaltación de la sensualidad, la crítica de la represión sexual y las convenciones sociales; al margen de una religión positiva ritual y vaciada de contenido, la intuición de una religiosidad inmanente, que halla su inspiración en los sentidos, el paisaje y el cosmos.