Cuando Becca Reynolds fue a aquel pueblo de Georgia para investigar una supuesta estafa en un seguro agrario, lo que le preocupaba era su trabajo, no su corazón. Entre los principales sospechosos estaba el guapísimo Ryan MacIntosh, quien, evidentemente, no decía todo lo que sabía. ¿Sería posible que su implicación fuera más allá de su completa devoción por su abuela y por la pequeña granja que había pertenecido a su familia durante varias generaciones?Becca no sabía muy bien qué pensar, a pesar de que conocía a Ryan íntimamente, al menos por Internet; estaba segura de que él era el encantador desconocido con el que había intercambiado multitud de e-mails y del que se había enamorado. Pero ninguno de los dos podía admitir la verdad… ni predecir lo que ocurriría si lo hacían.