El escándalo desatado por Jorge Pretelt sacudió los cimientos de la sociedad colombiana. Pocas personas se mantuvieron al margen de la controversia. Para muchos, el magistrado es culpable del delito que se le imputa. Pero, ¿en efecto él pidió y recibió dinero para darle trámite a la tutela de Fidupetrol? Ese interrogante queda absuelto a lo largo de este libro, que recoge partes fundamentales del expediente y se adentra en las pruebas que fueron allegadas. Colombia es un país en el que todo es importante, pero nada es trascendental. Vivimos saltando de escándalo en escándalo. Caímos en la trampa de solucionar todas las dificultades a través de “rigurosas investigaciones” y de emitir condenas apresuradas al calor que produce la legítima indignación cuando nos enteramos a través de los medios de un hecho de corrupción, sin ir al fondo del asunto y curar la fuente de donde emana la podredumbre.