Alguien llega a su casa. Un hombre, una mujer. Pone la televisión, o música. Lee. Quizá llame a otro o sea otro quien haga la llamada, quizá conteste a un mensaje o a un correo. Y, entonces, el mundo 'la vida' comienza a desmoronarse, o al contrario, empieza a vislumbrarse la lógica 'a veces injusta' de su funcionamiento. Una fotografía o un cuadro, un padre que juega con su hijo y que 'irremediablemente' se convierte en otro, las familias, los compañeros, los amantes. Dos amigos, por ejemplo, debaten sobre el orden y el desorden de una cocina y, como en estos cuentos, de una honestidad brutal, todo se convierte en una lúcida visión de lo que es la vida 'el mundo', de lo que somos, felices o no, cada uno de nosotros. Fiel a una voz inigualable, personalísima y capaz de zarandear al lector entre la alegría y la desolación, Felipe R. Navarro ha logrado 'con sinceridad, con rigor, pero también con no poca ironía y humor' que los cuentos de estos Hombres felices sean ya no solo el reflejo de una búsqueda y un aprendizaje constantes, sino la confirmación de un escritor apasionado y apasionante como pocos.