Tras la publicación de los Cuentos negros de Cuba, en 1934, Alejo Carpentier escribió: Acaba de publicarse en París un gran libro cubano. Un libro maravilloso. Un libro que puede colocarse en las bibliotecas al lado de Kipling y Lord Dunsany, cerca del Viaje de Nils Lorgensson, de Selma Lagerlöf… Y ese libro ha sido escrito por una cubana. ¿Percibís toda la importancia del acontecimiento?... Los Cuentos negros de Lydia Cabrera constituyen una obra única en nuestra literatura. Aportan un nuevo acento. Son de una deslumbradora originalidad. Sitúan la mitología antillana en la categoría de los valores universales... Conquistan un lugar de excepción en la literatura hispanoamericana. Y, como obra de mujer, crea un precedente... Lo raro es hallar en nuestro continente una escritora ávida de explorar nuestras cosas en profundidad, esquivando aspectos superficiales para fijar hombres y mitos de nuestras tierras con esa finísima inteligencia femenina… El tipo de escritora a lo Selma Lagerlöf, a lo Emily Bronte, es casi desconocido en América.