Testimonio alucinante del Nadaísmo, narrado por el único novelista del grupo... “aquella aventura frenética, desbocada en excesos, donde todos los desatinos estaban permitidos”. “La vida misma de Navarro es quizá la más magistral de sus novelas: discurrió por cuantas actividades honradas puede ir la vida de un varón, pero jamás la veleidosa fortuna le sonrió. Residió en varias ciudades como si el arraigo no hubiera sido hecho para él”: Mario Escobar Velásquez.