Nadie en el reino de Zaffirinthos sabía que, a consecuencia de un horrible accidente, el rey tenía amnesia. Era tal la pérdida de memoria, que no sabía por qué Melissa Maguire, esa mujer inglesa tan bella, le inspiraba unos sentimientos tan profundos.
Convencido de que no estaba capacitado para reinar, decidió renunciar a sus derechos dinásticos, pero Melissa tenía algo importante que decirle: ¡tenía un heredero!
Según la ley, Carlo no podía abdicar, así que iba a tener que encontrar la manera de llevarse bien con Melissa, su nueva reina.