Aden Stone, un adolescente de dieciséis años, había tenido una semana infernal: Lo habían torturado unas brujas. Lo había hipnotizado un hada vengativa. Lo había espiado el vampiro más poderoso de la Historia. Ah, y además, lo habían matado dos veces. Su novia vampiro le devolvió la vida, pero Aden nunca se había sentido más fuera de control. En su interior había una oscuridad, algo que estaba apoderándose de él, cambiándolo... Y lo peor era que, como estaba destinado a morir, ahora la muerte lo acechaba a cada paso. Cualquier día podía ser el último para él. Una vez, las tres almas que tenía atrapadas en la cabeza podían haberlo ayudado. Y él mismo podría haberse defendido. Sin embargo, a medida que la oscuridad crecía en su interior, las almas se debilitaban. Y su novia también. Cuanto más vampiro se hacía él, más humana se volvía Victoria, hasta que todo lo que conocían, incluso su amor, se vio amenazado. La vida no podía ir peor. ¿O sí?