El rey leproso no pretende ser una novela histórica. Lo único que pretende, salvando las abismales distancias, es convertirse en un relato al estilo de Los tres mosqueteros o El conde de Montecristo, con los que la genialidad de Alejandro Dumas cautivaba a sus lectores aprovechando las lagunas de información que suelen rodear a ciertos hechos históricos a base de dar vida a unos personajes a caballo entre la realidad y la ficción, y que en ocasiones acababan por ser tan de carne y hueso como aquellos que se han convertido en polvo siglos atrás. D’Artagnan o Edmundo Dantès están más vivos hoy en día que la mayoría de los reyes y reinas de su tiempo. Mi intención ha sido recrear libremente la casi increíble historia de un rey de carne y hueso que fue amado por su pueblo como nunca ha sido amado ningún otro.
- Portadilla
- Créditos
- Contenido
- Prólogo
- Poema
- Agosto de 1578
- Junio de 1594
- Poema
- Octubre de 1582
- Junio de 1594
- Poema
- Septiembre de 1594
- Junio de 1594
- Poema
- Febrero de 1585
- Junio de 1594
- Poema
- Abril de 1587
- Junio de 1594
- Poema
- Agosto de 1588
- Junio de 1594
- Poema
- Agosto de 1588
- Enero de 1596
- Poema
- Noviembre de 1588
- Diciembre de 1594
- Poema
- Julio de 1589
- Diciembre de 1594
- Poema
- Septiembre de 1592
- Septiembre de 1595
- Poema
- Octubre de 1595
- Abril de 1596
- Julio de 1596
- Agosto de 1596
- Agosto de 1596
- Poema