"En estos tiempos caóticos, donde pareciera que todos vamos
hacia el mismo lado, donde la aparente individualidad nos
hace justamente, iguales a los demás; en los que todos hablan
de espiritualidad desde la comodidad de sus computadoras o
teléfonos inteligentes, pero a la hora de demostrar ese control
y poder espiritual muy pocos son los que se adhieren a lo que
pregonan; donde todos como sociedad somos parte de una vorágine
de consumo que nos tiene envueltos en un círculo vicioso
de trabajar para comprar y de seguir trabajando para poder
pagar...en un cuento que parece que nunca termina."