“Los Haikus de la transparencia constituyen una llamada a la calma y a la profundidad de raíz oriental y mística, una declaración de amor a las cosas verdaderas del mundo: la existencia, el origen, el cosmos, el propio amor y la naturaleza. Su poética se halla en el libre fluir de los elementos que las componen y en la observación descriptiva del efecto creado en el hombre que vive de ellas y en ellas. No necesita del ingenio aforístico o la argucia literaria que retuerce y amorata lo representado. El poeta logra la transparencia prometida en el título a través de su voz prudente, respetuosa y delicada. La coherente apuesta formal por la sencillez del haiku y el empleo estrófico del mismo contribuyen a crear un andamiaje sólido por el que transita la lectura sin sobresaltos ni estridencias. Se percibe el libro como un todo discursivo, unitario y coherente que mira a los ojos del lector y le susurra certezas al oído: Y cada hombre / en su propio destierro / canta sus sueños. Bien pudiera considerarse cada uno de estos haikus comno núcleo esencial de un solo poema pleno de oficio, contención y belleza.”