Sin rehuir en absoluto el pensamiento complejo y dejando muy claro cómo nuestra orientación sexual determina gran parte de lo que acontece en nuestras vidas, este texto discute de manera muy detallada sobre los procesos políticos y culturales que, en el marco de la globalización, llevan a que culturas distintas puedan dialogar entre sí. El autor pretende, en primer lugar, entender por qué conectar con la música pop procedente de Estados Unidos no se contradice en absoluto con los valores construidos por la Revolución cubana y, en segundo, al terminar ese recorrido, descubrir eventos musicales protagonizados por grupos estadounidenses en La Habana que se convierten en un espacio privilegiado para el análisis. A modo de ejemplo, no es casual que la música cubana estuviera presente en la cena que Raúl Castro organizó en el Palacio de la Revolución para recibir a la familia Obama en su visita a la isla en marzo de 2016.
- Agradecimientos
- Prefacio
- Simone Pereira de Sá
- Introducción
- Música pop y globalización en Cuba: desafíos epistemológicos
- Música pop, cultura pop, entretenimiento
- Cuba pop: entre territorialidades y performances
- Epistemologías del sur: otras globalizaciones
- Música pop socialista y circuitos globales
- Accionamientos geopolíticos
en espectáculos de música pop
en La Habana
- ¿Cómo Major Lazer se hizo popular en la isla?
- Sobre performance y guion
- La mitología y el celo en torno a una amistad
- Cuando un extranjero planta la bandera
de Cuba en Cuba
- ¿Es demasiado tarde para pedir disculpas?
- «La isla bonita»: solidaridad global entre admiradores
de Madonna
- Colorama, la «MTV cubana»
- Internacionalización de la televisión en Cuba
- La solidaridad de los admiradores
en las redes sociales
- Lady Gaga en Cuba
- Cultura pop y cuestiones generacionales
- Género y cantantes pop
- «I was born this way»
- Consideraciones finales
- Bibliografía