El acompañamiento espiritual es uno de los servicios más importantes y de mayor responsabilidad dentro de la Iglesia. Para que tenga calidad evangélica es decisiva la persona del acompañante: no sólo, ni principalmente, sus habilidades o sus cualidades personales, sino, de modo especial, las actitudes de fondo con las que el acompañante afronta su ministerio.
De ello trata esta obra, del acompañante, de su espiritualidad; de sus actitudes y talante que, al modo de Jesús, ayudan al encuentro personal de cada persona con Dios.
Desde páginas concretas del evangelio se iluminan algunas de esas actitudes: la fe, la humildad, la abnegación, la eclesialidad... También las ''tentaciones'' que pueden sentir en su relación con el acompañado o algo tan complejo como es acompañar las situaciones de sufrimiento.
El libro está pensado con una finalidad eminentemente práctica, por eso ofrece materiales que pueden ser útiles para la formación y meditación de los acompañantes tanto personalmente como en grupos, comunidades y parroquias.
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- Índice
- “Ser” acompañante espiritual. “Apacienta mis ovejas” (Jn 21, 27)
- “Simón, hijo de Juan”
- “¿Me quieres?… Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero”
- “Mis ovejas”
- La fe del acompañante espiritual. “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5)
- “No tienen vino”
- “Haced lo que Él os diga”
- “Esta fue la primera señal milagrosa que hizo Jesús en Caná de Galilea”
- La oración del acompañante espiritual. “Te alabo, Padre” (Mt 11, 25)
- “En aquella ocasión…”
- “… has mostrado a la gente sencilla”
- “Yo os aliviaré”
- La abnegación del acompañante espiritual. “Lo montó en su propia cabalgadura” (Lc 10, 34)
- “Un hombre… medio muerto”
- “Lo montó en su propia cabalgadura”
- “Te lo pagaré cuando vuelva”
- La humildad del acompañante espiritual. “Se puso a lavarles los pies a los discípulos”(Jn 13, 5)
- “Se quitó el manto y tomando una toalla se la ciñó”
- “Comenzó a lavar los pies”
- “Debéis lavaros los pies mutuamente”
- La confianza del acompañante espiritual. “No pudimos” (Mc 9, 28)
- “He pedido a tus discípulos que expulsen ese espíritu, pero no han podido”
- “Esa clase solo sale a fuerza de oración”
- “Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó y el muchacho se puso en pie”
- La misericordia del acompañante espiritual. “Hasta que la encuentra” (Lc 15,4)
- “Pierde una de ellas”
- “Hasta que la encuentra”
- “Se la pone sobre los hombros”
- El discernimiento del acompañante espiritual. “¿Es lícito en sábado?” (Mc 3, 4)
- “Un hombre que tenía una mano paralizada”
- “Luego les preguntó”
- “Para matar a Jesús”
- La “eclesialidad” del acompañante espiritual. “Tomás no estaba con ellos” (Jn 20, 24)
- “Por miedo a los judíos”
- “Tomás no estaba con ellos”
- “Ocho días después… estaba Tomás con ellos. Se presentó Jesús”
- El “acoger” del acompañante espiritual. “Atiéndela para que no siga gritando” (Mt 15, 23)
- “Una mujer cananea se le acercó dando voces”
- “Atiéndela para que no siga gritando detrás de nosotros”
- “Mujer, ¡qué fe tan grande tienes!”
- Acompañar en el sufrimiento. “Suplicándole que se marchara de su territorio” (Mc 5, 17)
- Qué y desde dónde
- “Ser casa”
- Escuchar con los cinco sentidos
- “Me abrió los ojos” (Jn 9,30)
- Ayudar a discernir el sufrimiento
- “Me hice débil con los débiles… para salvar como sea a algunos”
- “Habitaba en los sepulcros”
- “No me atormentes”
- “Empezaron a suplicarle que se marchara de su territorio”
- Las “tentaciones” del acompañante. “Después de despedirse de ellos” (Mc 6, 46)
- Poner en Dios “toda” su esperanza
- “Que se despoje de todo deseo interesado”
- “Con el nombre del Señor como única arma”
- “Como ovejas que no tienen pastor”
- “¿Cuántos panes tenéis?”
- “Después de despedirse de ellos”