Alfonso Reyes, el escritor mexicano más notable de la primera mitad del siglo XX, sazona y hornea las palabras: marina el verbo crudo y lo sofríe, después capea los nombres y bate los adjetivos hasta el punto de turrón; por último, sirve todo acompañado de adverbios crujientes.
- Portada
- Del discurso gustoso y el discurso del gusto (Adolfo Castañón)
- Metafísicade la cocinera
- Donde el poetase descubre a sí mismo
- Cuenta mal y acertarás
- Minuta
- Debate entre el vino y la cerveza
- Apéndices