El autor se ha propuesto demostrar que los niños pueden tomar de una manera natural los problemas filosóficos e incluso con orden y claridad. Lo prueba por medio de ejemplos tomados directamente de los niños. Acude, inclusive, a formalismos científicos para apoyar ciertos supuestos de la capacidad de abstracción infantil, de la que muchos adultos carecen.
- Portada
- Prefacio
- I. La perplejidad
- II. El juego
- III. El razonamiento
- IV. Piaget
- V. Los cuentos
- VI. La fantasía
- VII. La angustia
- VIII. La ingenuidad
- IX. Diálogos
- Índice analítico