En 1908, Martin Buber es invitado a dar unas conferencias en Praga sobre la esencia y la tarea del judaísmo. Su posición mediadora en la encrucijada entre la tradición occidental y la tradición oriental del judaísmo europeo, su estudio pionero del movimiento jasídico y su reformulación del sionismo, superando los esquemas políticos y jurídicos de Theodor Herzl en favor de una renovación existencial y cultural de la vida judía, hacían de Buber una figura señera para las jóvenes generaciones de judíos asimilados. A las tres conferencias pronunciadas en Praga, siguen otras cinco, que se celebran en los diez años siguientes y serán recogidas por primera vez en el volumen Über das Judentum, publicado en 1923, junto con un prólogo. Estos ocho discursos pueden ser considerados como una unidad pues tratan un mismo tema bajo perspectivas distintas: el vuelco y el retorno (Umkehr) a las raíces del judaísmo como forma de renovación del hombre judío, pero también como aportación específica al devenir de la civilización occidental. Suponen en este sentido una aclaración del concepto de judaísmo y una reflexión sobre la religiosidad —diferente de la religión—, entendida por Buber como «sentimiento humano de asombro y veneración, renovado eternamente y siempre expresado de una manera nueva» y «deseo de fundirse en una comunidad con lo incondicional».