Ngaio Marsh, quien además de como novelista obtuvo también un merecido reconocimiento por su labor como directora escénica, fusionó de manera magistral ambas pasiones en Un asesino en escena, una de sus más logradas creaciones.
Ya desde el propio título, el escenario de la acción queda perfectamente enmarcado: el asesinato que tendrá que investigar el infatigable detective Roderick Alleyn, que por casualidad se cuenta entre el público, tiene lugar durante la representación de una obra dramática. Cuando, en plena función, un arma de atrezo dispara una bala real, las tablas del teatro Unicorn se convertirán de pronto en la inesperada escena de un crimen. La víctima: un actor mediocre que trataba de alcanzar el estrellato mediante el soborno. Los sospechosos: varias de las víctimas de sus chantajes y dos recelosas compañeras sentimentales. Todos los elementos necesarios para arrellanarse cómodamente en la butaca y averiguar cómo acabará la función...
- Portadilla
- Créditos
- Índice
- Prefacio
- I Prólogo a una obra
- II «Preparados y a escena, por favor»
- III La muerte del Castor
- IV Alleyn se ocupa del caso
- V La declaración del regidor
- VI Entrada la madrugada
- VII Props
- VIII Felix Gardener
- IX El hombro de Stephanie Vaughan
- X Al día siguiente
- XI Nigel se convierte en detective
- XII El apartamento de Surbonadier
- XIII El contenido de una caja con refuerzos de hierro
- XIV Gardener mira atrás
- XV El talón de Aquiles
- XVI La vista
- XVII De Sloane Street a Scotland Yard
- XVIII El arresto
- XIX Nigel, apartado del caso
- XX Props hace mutis
- XXI Este inefable descaro
- XXII Cae el telón
- XXIII Epílogo a una obra