Todos tratan de ocultar la verdad. Pero la muchacha asustada es incapaz de ocultar su pánico.
El inspector jefe Tanner pronto se da cuenta de que hay muchas cosas que no cuadran en el hogar de Lord y Lady Lebanon. ¿Qué pintan en esa casa dos americanos pendencieros empleados como lacayos? ¿A qué se debe la reticencia de Lady Lebanon, que siempre evita contestar preguntas?
Lo único que sabe Tanner es que la única persona que es obviamente inocente vive traspasada por el terror.Y es entonces que obtiene su primera pista.