«El tiempo no siempre lo cura todo».
Bienvenidos a la saga de sierra Negra.
Mayra solo necesitaba un poco de tranquilidad.
¿Qué podía pasar en un lugar donde no hay casi gente, por muy cotilla que sea? En Santo Domingo de los Altos encontraría naturaleza, simple y bella naturaleza donde poner en su sitio, pedazo a pedazo, el caos de vida que arrastraba.
Respirar tranquila, sentarse al sol y descansar. Ese era el plan.
Fue demasiado optimista, porque al volver se dio de frente con lo que siempre había estado esquivando y que, por desgracia, seguía ahí esperándola.
Para Carlos el pueblo era su territorio, su hogar, aunque trabajase a decenas de kilómetros.
Volvía cada fin de semana a estar con su gente. Las mismas personas del año anterior y el anterior y el anterior... Bueno, hubo un tiempo que una en especial le hizo salir de la norma, pero de ella no quedaba más que el recuerdo.
Todo iba como la seda hasta que ella apareció y le sacó de una patada del limbo inmutable y predecible en el que vivía.
«Bienvenidos a sierra Negra. Cotillas, secretos de familia y parajes por descubrir».