Violeta es... Violeta. Es puntual, metódica, ordenada y también un poco maniática. Es analítica de pies a cabeza y, por eso, no cree en el amor a primera vista ni en las relaciones a distancia.
«Por favor..., ¡eso no existe!».
Violeta toma, como si fuera una medicina prescrita por un médico, sus cinco raciones de fruta diarias y otras tantas de verduras. Solo se permite saltarse su rutina los lunes; ese día se da un capricho: toma magdalenas de chocolate en el desayuno. En su trabajo no es muy distinta. Tiene la gran suerte de ganarse el sueldo en una biblioteca (adora los libros) y allí puede llevar hasta el extremo su pasión por el orden; ordena y clasifica, clasifica y ordena hasta caer rendida. Es feliz. O eso piensa. Pero cuando algo se interpone en su rutina, primero la descoloca y después…
¿Por qué tuvo que aparecer en su vida aquel pelirrojo de ojos azules? ¿Por qué?