Si pensamos en la situación actual de la tierra, la degradación y destrucción de los ecosistemas, la desaparición vertiginosa de especies de animales y plantas y correlativamente, la degeneración progresiva de la salud general del ser humano en el planeta, tendremos que admitir que una medicina como la Homeopatía, de efecto suave y permanente, que propone reequilibrar el organismo desde su interior, que no necesita de una constante explotación vegetal, animal y mineral para la elaboración de medicinas y que promete ahorrar enormes gastos a los sistemas de salud públicos simplemente mediante la prevención y curación de enfermedades crónicas, esta es la medicina que la humanidad necesita en los albores de nuestro siglo