Solicitaba una esposa, pero era un puesto temporal.
C.K. Tanner era el director de una importante empresa y un soltero empedernido. Necesitaba que alguien fingiera ser su esposa para convencer a un conservador socio suyo de que era un hombre estable, familiar y digno de confianza...
Abby McGrady era una joven guapa e independiente, que organizaba la correspondencia de la empresa y detestaba a su insufrible... y guapísimo jefe.
Desde luego, no estaban precisamente hechos el uno para el otro, pero no podían resistirse a la atracción que sentían. Una pasión así era motivo suficiente para aceptar convertirse en su «socia» aunque solo fuera de manera temporal...