Sam Hunter sólo pretendía ayudar a su hermano a cumplir su sueño de tener un hijo, pero, debido a un error en la clínica de inseminación artificial, ¡una completa desconocida, Emelia East Wood, se había quedado embarazada de él!
Para la viuda Emelia East Wood, aquel hijo iba a ser el legado final de su marido. Pero el error cometido en el hospital había vuelto su mundo del revés.
Sam empezaba a sentirse intensamente protector de su familia accidental, y pronto descubriría que sentía por Emelia algo más que protección.