A la última persona en el mundo a la que Samuel Bishop quería abrazar era a su exmujer, Laura. Pero Laura había perdido la memoria tras un accidente y no recordaba su amargo divorcio; en su mente, se acababan de casar y seguían enamorados. Samuel no tuvo fuerzas para rechazarla, pero se preguntaba qué pasaría cuando Laura recuperara la memoria… y qué pasaría si no la recobraba.