La periodista más apreciada de Atlanta quería que despidieran a su cámara. ¿Por qué? Pues porque con sólo mirar a aquel atractivo latino se moría de ganas de tocarlo y comprobar si realmente era tan ardiente como aparentaba. Aquel hombre era una distracción que no se podía permitir... cuando su principal preocupación era mantenerse viva. Pero había algo que Piper Ryan no sabía y que podía salvarle la vida. Resultaba que Ric Martínez era algo más que un cámara guapo y altanero capaz de hacerla derretir y empeñado en protegerla...