La piedra angular, de Emilia Pardo Bazán, relata la historia de un verdugo, su hijo y un hombre que intentará redimirlos. Ambos padecen todo tipo de vejaciones en una España en que se aceptaba la pena de muerte, y se repudiaba con hipocresía a los verdugos. La piedra angular, es una novela de lucha moral y superación.
Rendido ya de lo mucho que se prolongara la consulta aquella tarde tan gris y melancólica del mes de marzo, el doctor Moragas se echó atrás en el sillón; suspiró arqueando el pecho; se atusó el cabello blanco y rizoso, y tendió involuntariamente la mano hacia el último número de la Revue de Psychiatrie, intonso aún, puesto sobre la mesa al lado de cartas sin abrir y periódicos fajados. Mas antes de que deslizase la plegadera de marfil entre las hojas del primer pliego, abriose con estrépito la puerta frontera a la mesa escritorio, y saltando, rebosando risa, batiendo palmas, entró una criatura de tres a cuatro años, que no paró en su vertiginosa carrera hasta abrazarse a una pierna del doctor.
—¡Nené! —exclamó él alzándola en vilo—. ¡Si aún no son las dos! A ver cómo se larga usted de aquí. ¿Quién la manda venir mientras está uno ocupado?