Sería un error considerar que la poesía de R. Carver (1939 - 1988) es un complemento a sus relatos breves. El propio Carver señaló que su obra poética la consideraba más esencial y el medio con el que mejor expresaba sus sentimientos. No consideraba su poesía como un hobby, sino como una verdadera necesidad. Su inigualable talento para convertir a gente y situaciones vulgares en casos extraordinarios, tan presentes en su obra, se hacen más excelsos y primorosos en estos Poemas Póstumos. Traducción de Mariano Antolín Rato.
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- Índice
- Introducción
- Dádiva
- UNO
- Fotografía húmeda
- Termópilas
- Dos mundos
- Humo y decepción
- En una iglesia ortodoxa griega cerca de Daphne
- Quede constancia
- Transformación
- Amenaza
- Conspiradores
- Amor, una palabra
- No te alejes
- Una mujer se baña
- DOS
- El nombre
- En busca de trabajo
- El vendedor del libro del mundo
- Los dedos de los pies
- La luna, el tren
- Dos carruajes
- Milagro
- Mi mujer
- Vino
- Después del incendio
- TRES
- La cocina
- Canciones a lo lejos
- Los tirantes
- Lo que uno debe saber para pescar
- Ungüento para el cebo de pescar
- El esturión
- La humedad de la noche
- Otro misterio
- CUATRO
- Regreso a Cracovia en 1880
- Domingo por la noche
- El pintor & el pez
- Mediodía
- Artaud
- Advertencia
- Uno más
- El mercado de pájaros
- Los bolsillos de su albornoz llenos de notas
- La marcha hacia Rusia
- Prosa sobre Poetry
- Poemas
- Carta
- Las jóvenes
- CINCO
- La anguila ofensora
- La acedera
- El desván
- Margo
- Una vieja fotografía de mi hijo
- Cinco de la mañana
- Niebla veraniega
- Colibrí
- Fuera
- Río abajo
- La red
- Casi
- SEIS
- Presentimiento
- Noches silenciosas
- Noche de perros
- Limonada
- Diamantes
- Despertar
- Lo que dijo el médico
- Puede rugir, señoría
- Propuesta
- Amar
- Propina
- Ninguna necesidad
- Entre las ramas
- Resplandor crepuscular
- Último fragmento
- Agradecimientos