Aunque Jidi Majia escribe en chino, pertenece a la etnia Yi, de la que los Nuosus conforman la rama más numerosa, con al menos siete millones de miembros. Entre ellos, muchos todavía hablan su propio idioma (la lengua nuosu, también llamada “lolo”), que pertenece a la familia lingüística tibetano-birmana. La tierra natal del poeta Jidi Majia está situada en el corazón de la comarca montañosa del oeste de Sichuan, donde se encuentran los remotos condados de Butuo y Zhaojue. Dicha región es el escenario de una convivencia necesaria aunque no siempre idílica entre la mayoría Han, que representa el 91% de la población nacional, y los Yi, que conforman una de las 55 “minorías étnicas” del país. El poemario que tiene el lector en sus manos constituye una ventana única por donde asomarse a las costumbres de un pueblo que vive en una zona remota caracterizada por impresionantes paisajes, y en un país que se está abriendo al mundo a un ritmo tal que los efectos futuros de esa apertura son imposibles de predecir.