Tito está resignado a vivir las peores vacaciones, pero todo cambia cuando su abuela recupera el viejo caserón de su juventud y la familia decide pasar allí el verano. Al llegar, encuentran una enorme casa con puertas que crujen, alfombras de polvo y telarañas largas y densas como cortinas. La última esperanza de diversión para Tito parece derrumbarse pero, aunque nada parece anunciarlo, está por disfrutar la aventura más sorprendente en compañía de Amicus, un misterioso chico que siempre lo visita cuando menos lo espera.