Tras una enemistad familiar de más de un siglo, Madison Milan no podía confiar en ningún Calhoun, y mucho menos en Jake, que la había dejado plantada cuando se iban a fugar para contraer matrimonio. Pero cuando él apareció con el mapa de un tesoro que estaba enterrado en el rancho de Madison, ella cambió de actitud. No confiaba en Jake, pero podía desearlo.