El criterio

El criterio

  • Autor: Balmes, Jaime
  • Editor: Linkgua
  • Colección: Pensamiento
  • ISBN: 9788498165500
  • eISBN Pdf: 9788498169010
  • Lugar de publicación:  Barcelona , España
  • Año de publicación: 2011
  • Páginas: 229

El pensamiento de Balmes oscila entre sus reflexiones en torno a conceptos clásicos de la teología occidental, como el bien, y las nociones científicas que aparecen a lo largo de su obra. Resulta sorprendente su voluntad de construir una teología positiva en diálogo con la ciencia más avanzada de su época.
 

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  • Sumario
  • PRESENTACIÓN
    • La vida
    • Entre la religión y las matemáticas
  • CAPÍTULO I. CONSIDERACIONES PRELIMINARES
    • I. En qué consiste el pensar bien. Qué es la verdad
    • II. Diferentes modos de conocer la verdad
    • III. Variedad de ingenios
    • IV. La perfección de profesiones depende de la perfección con que se conocen los objetos de ellas
    • V. A todos interesa el pensar bien
    • VI. Cómo se debe enseñar a pensar bien
  • CAPÍTULO II. LA ATENCIÓN
    • I. Definición de la atención. Su necesidad
    • II. Ventajas de la atención e inconvenientes de su falta
    • III. Cómo debe ser la atención. Atolondrados y ensimismados
    • IV. Las interrupciones
  • CAPÍTULO III. ELECCIÓN DE CARRERA
    • I. Vago significado de la palabra «talento»
    • II. Instinto que nos indica la carrera que mejor se nos adapta
    • III. Experimento para discernir el talento peculiar de cada niño
  • CAPÍTULO IV. CUESTIONES DE POSIBILIDAD
    • I. Una clasificación de los actos de nuestro entendimiento y de las cuestiones que se le pueden ofrecer
    • II. Ideas de posibilidad e imposibilidad. Sus clasificaciones
    • III. En qué consiste la imposibilidad metafísica o absoluta
    • IV. La imposibilidad absoluta y la omnipotencia divina
    • V. La imposibilidad absoluta y los dogmas
    • VI. Idea de la imposibilidad física o natural
    • VII. Modo de juzgar de la imposibilidad natural
    • VIII. Se deshace una dificultad sobre los milagros de Jesucristo
    • IX. La imposibilidad moral u ordinaria
    • X. Imposibilidad de sentido común, impropiamente contenida en la imposibilidad moral
  • CAPÍTULO V. CUESTIONES DE EXISTENCIA. CONOCIMIENTO ADQUIRIDO POR EL TESTIMONIO INMEDIATO DE LOS SENTIDOS
    • I. Necesidad del testimonio de los sentidos, y los diferentes modos con que nos proporcionan el conocimiento de las cosas
    • II. Errores en que incurrimos por ocasión de los sentidos. Su remedio. Ejemplos
    • III. Necesidad de emplear en algunos casos más de un sentido para la debida comparación
    • IV. Los sanos de cuerpo y enfermos de espíritu
    • V. Sensaciones reales, pero sin objeto externo. Explicación de este fenómeno
    • VI. Maniáticos y ensimismados
  • CAPÍTULO VI. CONOCIMIENTO DE LA EXISTENCIA DE LAS COSAS ADQUIRIDO MEDIATAMENTE POR LOS SENTIDOS
    • I. Transición de lo sentido a lo no sentido
    • II. Coexistencia y sucesión
    • III. Dos reglas sobre la coexistencia y la sucesión
    • IV. Observaciones sobre la relación de causalidad. Una regla de los dialécticos
    • V. Un ejemplo
    • VI. Reflexiones sobre el ejemplo anterior
    • VII. La razón de un acto que parece instintivo
  • CAPÍTULO VII. LA LÓGICA ACORDE CON LA CLARIDAD
    • I. Sabiduría de la ley que prohíbe los juicios temerarios
    • II. Examen de la máxima "Piensa mal y no errarás"
    • III. Algunas reglas para juzgar de la conducta de los hombres
  • CAPÍTULO VIII. DE LA AUTORIDAD HUMANA EN GENERAL
    • I. Dos condiciones necesarias para que sea valedero un testimonio
    • II. Examen y aplicaciones de la primera condición
    • III. Examen y aplicaciones de la segunda condición
    • IV. Una observación sobre el interés en engañar
    • V. Dificultades para alcanzar la verdad en mediando mucha distancia de lugar o tiempo
  • CAPÍTULO IX. LOS PERIÓDICOS
    • I. Una ilusión
    • II. Los periódicos no lo dicen todo sobre las personas
    • III. Los periódicos no lo dicen todo sobre las cosas
  • CAPÍTULO X. RELACIONES DE VIAJE
    • I. Dos partes muy diferentes en las relaciones de viajes
    • II. Origen y formación de algunas relaciones de viajes
    • III. Modo de estudiar un país
  • CAPÍTULO XI. HISTORIA
    • I. Medio para ahorrar tiempo, ayudar la memoria y evitar errores en los estudios históricos
    • II. Distinción entre el fondo del hecho y sus circunstancias. Aplicaciones
    • III. Algunas reglas para el estudio de la Historia
  • CAPÍTULO XII. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL MODO DE CONOCER LA NATURALEZA, PROPIEDADES Y RELACIONES DE LOS SERES
    • I. Una clasificación de las ciencias
    • II. Prudencia científica y observaciones para alcanzarla
    • III. Los sabios resucitados
  • CAPÍTULO XIII. LA BUENA PERCEPCIÓN
    • I. La idea
    • II. Regla para percibir bien
    • III. Escollo del análisis
    • IV. El tintorero y el filósofo
    • V. Objetos vistos por una sola cara
    • VI. Inconvenientes de una percepción demasiado rápida
  • CAPÍTULO XIV. EL JUICIO
    • I. Qué es el juicio. Manantiales de error
    • II. Axiomas falsos
    • III. Proposiciones demasiado generales
    • IV. Las definiciones inexactas
    • V. Palabras mal definidas. Examen de la palabra «igualdad»
    • VI. Suposiciones gratuitas. El despeñado
    • VII. Preocupación en favor de una doctrina
  • CAPÍTULO XV. EL RACIOCINIO
    • I. Lo que valen los principios y las reglas de la dialéctica
    • II. El silogismo. Observaciones sobre este instrumento dialéctico
    • III. El entimema
    • IV. Reflexiones sobre el término medio
    • V. Utilidad de las formas dialécticas
  • CAPÍTULO XVI. NO TODO LO HACE EL DISCURSO
    • I. La inspiración
    • II. La meditación
    • III. Invención y enseñanza
    • IV. La intuición
    • V. No está la dificultad en comprender, sino en atinar. El jugador de ajedrez. Sobiezk. Las víboras de Aníbal
    • VI. Regla para meditar
    • VII. Carácter de las inteligencias elevadas. Notable doctrina de Santo Tomás de Aquino
    • VIII. Necesidad del trabajo
  • CAPÍTULO XVII. LA ENSEÑANZA
    • I. Dos objetos de la enseñanza. Diferentes clases de profesores
    • II. Genios ignorados de los demás y de sí mismos
    • III. Medios para descubrir los talentos ocultos y apreciarlos en su valor
    • IV. Necesidad de los estudios elementales
  • CAPÍTULO XVIII. LA INVENCIÓN
    • I. Lo que debe hacer quien carezca del talento de invención
    • II. La autoridad científica
    • III. Modificaciones que ha sufrido en nuestra época la autoridad científica
    • IV. El talento de invención. Carrera del genio
  • CAPÍTULO XIX. EL ENTENDIMIENTO, EL CORAZÓN Y LA IMAGINACIÓN
    • I. Discreción en el uso de las facultades del alma. La reina Dido. Alejandro
    • II. Influencia del corazón sobre la cabeza. Causas y efectos
    • III. Eugenio: sus transformaciones en veinticuatro horas
    • IV. Don Marcelino: sus cambios políticos
    • V. Anselmo: sus variaciones sobre la pena de muerte
    • VI. Algunas observaciones para precaverse del mal influjo del corazón
    • VII. El amigo convertido en monstruo
    • VIII. Cavilosas variaciones de los juicios políticos
    • IX. Peligro de la mucha sensibilidad. Los grandes talentos. Los poetas
    • X. El poeta y el monasterio
    • XI. Necesidad de tener ideas fijas
    • XII. Deberes de la oratoria, de la poesía y de las bellas artes
    • XIII. Ilusión causada por los pensamientos revestidos de imágenes
  • CAPÍTULO XX. FILOSOFÍA DE LA HISTORIA
    • I. En qué consiste la filosofía de la Historia. Dificultad de adquirirla
    • II. Se indica un medio para adelantar en la filosofía de la Historia
    • III. Aplicación a la Historia del espíritu humano
    • IV. Ejemplo sacado de las fisonomías que aclara lo dicho sobre el modo de adelantar en la filosofía de la Historia
  • CAPÍTULO XXI. RELIGIÓN
    • I. Insensato discurrir de los indiferentes en materia de religión
    • II. El indiferente y el género humano
    • III. Tránsito del indiferentismo al examen. Existencia de Dios
    • IV. No es posible que todas las religiones sean verdaderas
    • V. Es imposible que todas las religiones sean igualmente agradables a Dios
    • VI. Es imposible que todas las religiones sean una invención humana
    • VII. La revelación es posible
    • VIII. Solución de una dificultad contra la revelación
    • IX. Consecuencia de los párrafos anteriores
    • X. Existencia de la revelación
    • XI. Pruebas históricas de la existencia de la revelación
    • XII. Los protestantes y la Iglesia católica
    • XIII. Errado método de algunos impugnadores de la religión
    • XIV. La más alta filosofía, acorde con la fe
    • XV. Quien abandona la religión católica no sabe dónde refugiarse
  • CAPÍTULO XXII. EL ENTENDIMIENTO PRÁCTICO
    • I. Una clasificación de acciones
    • II. Dificultad de proponerse el debido fin
    • III. Examen del proverbio «Cada cual es hijo de sus obras»
    • IV. El aborrecido
    • VI. El instruido quebrado y el ignorante rico
    • VII. Observaciones. La cavilación y el buen sentido
    • VIII. Delicadeza de ciertos fenómenos intelectuales en sus relaciones con la práctica
    • IX. Los despropósitos
    • X. Entendimientos torcidos
    • XI. Inhabilidad de dichos hombres para los negocios
    • XII. Este defecto intelectual suele nacer de una causa moral
    • XIII. La humildad cristiana en sus relaciones con los negocios mundanos
    • XIV. Daños acarreados por la vanidad y la soberbia
    • XV. El orgullo
    • XVI. La vanidad
    • XVII. La influencia del orgullo es peor para los negocios que la de la vanidad
    • XVIII. Cotejo entre el orgullo y la vanidad
    • XIX. Cuán general es dicha pasión
    • XX. Necesidad de una lucha continua
    • XXI. No es sólo la soberbia lo que nos induce a error al proponernos un fin
    • XXII. Desarrollo de fuerzas latentes
    • XXIII. Al proponernos un fin debemos guardarnos de la presunción y de la excesiva desconfianza
    • XXIV. La pereza
    • XXV. Una ventaja de la pereza sobre las demás pasiones
    • XXVI. Origen de la pereza
    • XXVII. Pereza del espíritu
    • XXVIII. Razones que confirman lo dicho sobre el origen de la pereza
    • XXIX. La inconstancia: su naturaleza y origen
    • XXX. Pruebas y aplicaciones
    • XXXI. El justo medio entre dichos extremos
    • XXXII. La moral es la mejor guía del entendimiento práctico
    • XXXIII. La armonía del universo defendida con el castigo
    • XXXIV. Observaciones sobre las ventajas y desventajas de la virtud en los negocios
    • XXXV. Defensa de la virtud contra una inculpación injusta
    • XXXVI. Defensa de la sabiduría contra una inculpación infundada
    • XXXVII. Las pasiones son buenos instrumentos, pero malos consejeros
    • XXXVIII. La hipocresía de las pasiones
    • XXXIX. Ejemplo: la venganza bajo dos formas
    • XL. Precauciones
    • XLI. Hipocresía del hombre consigo mismo
    • XLII. El conocimiento de sí mismo
    • XLIII. El hombre huye de sí mismo
    • XLIV. Buenos resultados del reflexionar sobre las pasiones
    • XLV. Sabiduría de la religión cristiana en la dirección de la conducta
    • XLVI. Los sentimientos morales auxilian la virtud
    • XLVII. Una regla para los juicios prácticos
    • XLVIII. Otra regla
    • XLIX. El hombre riéndose de sí mismo
    • L. Perpetua niñez del hombre
    • LI. Mudanza de don Nicasio en breves horas
    • LII. Los sentimientos, por sí solos, son mala regla de conducta
    • LIII. No impresiones sensibles, sino moral y razón
    • LIV. Un sentimiento bueno, la exageración lo hace malo
    • LV. La ciencia es muy útil a la práctica
    • LVI. Inconvenientes de la universalidad
    • LVII. Fuerza de la voluntad
    • LVIII. Firmeza de voluntad
    • LIX. Firmeza, energía, ímpetu
    • LX. Conclusión y resumen
  • Notas
  • Libros a la carta

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