Toda la poesía de Fernández Retamar, desde sus comienzos neoclásicos hasta sus poemas más coloquiales, está impregnada de esta vitalidad por vivir y hacer vivir a los otros: ya sea familiares, amigos fallecidos, desaparecidos, ya sea ciudades, pueblos, países y continentes. Si después de los años noventas, su poesía se intimiza con los recuerdos de los amigos muertos, los imaginarios celebrados o ironizados, los lugares idos, las emociones tamizadas o recuperadas por una memoria siempre engañosa pero teñida de realidad, no es para descreer ni de las luchas sociales ni de las utopías.
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- Siempre y hoy recomenzando: sobre la poesía de Roberto Fernández Retamar, por Naín Nómez
- Nosotros los sobrevivientes
- Digo tu nombre claro
- Por otro rey
- En el mar. Ítaca
- Epidauros
- El otro
- Con las mismas manos
- Carta a Fayad Jamís
- A mis hijas
- Homenaje al olvido
- Historia antigua
- Felices los normales
- Un hombre y una mujer
- Los feos
- Desde El Vedado, un cubano le escribe a un amigo decididamente europeo
- Le preguntaron por los persas
- Usted tenía razón, Tallet: somos hombres de transición
- Lezama persona
- Idiomas, velámenes, espumas
- La otra
- Cristales
- Están evacuando Hanoi
- Regreso de la Isla
- Esta noche de domingo en La Habana que es esta mañana de lunes en Vinh
- A Nicolás
- Aniversario
- Juana
- ¿Y Fernández?
- Oído en una conversación (póstuma) con Ricardo (Wagner)
- Nosotros, los sobrevivientes
- Venecia: qué en ti busca
- La nueva
- Desagravio
- A mi amada
- Aquí
- La veo encanecer
- Allan escribe a Liu que está en Cuba
- Victoria
- De cuya mágica belleza
- Otro poema conjetural
- Tumbas y mar
- Mack the knife
- Índice