Soy Yos, Antología, 1966-2006, de Cecilia Vicuña, da cuenta del transcurso de la obra de la poeta más relevante de los años sesenta en Chile. La selección incluye textos de ocho libros, iniciándose con Saborami (1973) y concluyendo con Instan/I tu (2002) y algunos poemas no publicados en libro. Desde sus inicios, Vicuña establece su especificidad poética como una adelantada de la época, a través de las innovaciones lingüísticas, la invención de palabras, la cercanía con el espacio de la ecología, la vinculación con la tierra y los pueblos originarios de América Latina, la confluencia del erotismo corporal con una escritura que desmitifica a la mujer como objeto de consumo y la construcción de libros que resisten su carácter de mercancía, reforzados con materiales no literarios (plástica, dibujos, fotos, mármol, piedra, hojas, ramas). Una estrategia central en sus poemas es la apertura de las palabras a la multiplicación de significados con el uso de la página en blanco, las minúsculas y mayúsculas, las reiteraciones y los juegos entre lo fónico, lo sintáctico, lo semántico y lo ideológico. Estamos aquí frente a una poesía que se muestra como respuesta de la memoria individual y colectiva (voces que se multiplican, Tribu No) a la crisis personal y social de una época que aun no termina. Multiplicación de un tejido escritural que asume el intertexto para crear una genealogía cultural amplia, que se consolida y se disuelve en un lenguaje en permanente movimiento y que asume el presente como puro goce, juego, vitalidad, amor, en una precariedad que se hace registro para la autora, para el lector y para la época.