Aquí, ni Lord Lambeth ni la joven bostoniana Bessie Alden cumplen con las expectativas de la «parte contraria». Pero más allá de las vicisitudes y sorpresas de la trama y su inesperado final, tenemos un certero análisis simétrico que contrapone la conservadora y clasista sociedad británica a la nueva y pujante sociedad norteamericana.