«Con cuarenta y siete años, seguía sin tener ninguna arruga en el entrecejo, ni en la frente, ninguna pata de gallo, ni canas, tampoco ojeras; tenía treinta años, desesperadamente.» Hasta los treinta años, la vida de Betty era feliz. Fue a la universidad, encontró al hombre de su vida, se casó con él y dio a luz a un hijo, su futuro era prometedor. Pero cuando de repente deja de envejecer, todo empieza a tambalearse. Lo que parece el sueño inalcanzable de tantas mujeres se convierte en una realidad para ella y en una experiencia inesperada para su familia y sus amigos. «El tiempo no es una maldición, la belleza no es juventud y la juventud no es felicidad. Este libro te dirá que eres hermosa.» Grégoire Delacourt
- Índice
- Carta a mis lectores
- Dedicatoria
- Cita
- De uno a treinta y cinco
- De treinta a treinta
- Sesenta y tres
- Agradecimientos
- Notas
- Créditos