¿Recuerdas aquel día? Pues desde ese día.
En el amor, como en la guerra, hay que salir de las trincheras. Es necesario aproximarse, aunque una flecha te alcance y se te incruste y te duela.
Un amor imposible jamás se olvida, porque el sentimiento es más fuerte que las evidencias de inviabilidad, porque termina antes de romperse la idealización.
Este libro, en el que me he dejado la piel, habla de un amor de contrabando, un amor en liquidación que ni a peso vale nada. Y aun sabiendo esto, recopilando los textos, he revivido momentos en los que me gustaría anidar. Pero ahora solo espero que ese sentimiento se quede aquí, olvidado entre las tapas, y me permita continuar mi vida.
Al final, plasmado en estos textos va un trozo de mi corazón.