El fluir del amor, claro manantial que se enriquece a medida que riega los ámbitos de la pasión; en el recuerdo de la amada, es lo presente ser batalla de la ausencia que la crea de nuevo con los sentimientos, concretados ahora en este “poeme fleuve”, poema río que se desborda a sí mismo, fluyendo sin cesar para arrastrarnos en su corriente y fragancia de los cuerpos que se aman, llenándolo todo con el suave esplendor de las palabras como ellos fluyen, manantial del amor, que canta versos.