Los kunas que habitan al noreste de la costa panameña son herederos de los más antiguos guerreros que resistieron tanto la conquista española desde comienzos del siglo XVI como el posterior asedio misionero y comercial del Estado modernizador. Sin pretender una etnografía detallada de los kuna, este texto plantea un estudio sistemático de aspectos nodales de su pensamiento jurídico, económico, estético y religioso. Explorando los recursos del lenguaje ritual, las formas de escritura y el pensamiento mítico, el texto muestra cómo los kunas responden y se vuelven receptivos al otro sin dejar de ser lo que son. El resultado es un sincretismo polifacético que demuestra la eficacia de la estrategia de intercambio sin integración para la continuidad de la máquina territorial kuna. Siendo la globalización de la forma Estado una suerte de utopía práctica en proceso de consolidación, la afirmación de una nación indígena que mantiene formas democráticas inspiradas en una tradición mítica singular se convierte en un desafío y una alternativa (a)histórica, vigente en su anacronismo, que resuena en comunidades étnicamente diferenciadas de todo el mundo. Sin ignorar la fragilidad del modo de existencia kuna, esa persistencia en la singularidad de su pensamiento, y en su fijeza étnica y territorial, se puede leer como un paradigma de política minoritaria, contrahegemónica, autoinmunitaria. En ese contexto, el texto cumple con la promesa metódica inicial: demostrar que siguiendo los avatares de una comunidad particular es posible deconstruir la oposición mito/utopía en su enunciación abstracta o ilusoria al poner en evidencia la fuerza utópica del mito como ethos comunitario de la experiencia histórica.