Descartes concibió Las pasiones del alma (París, 1649) como un tratado sobre la virtud y la felicidad, sin embargo, su enfoque es innovador: el ser humano no es una mente instalada en una máquina, es interacción de estados anímicos y corporales. En su equilibrio consiste la felicidad. Pero si la felicidad no se consigue sin controlar los sentimientos, estos no pueden ser controlados sin conocer a fondo sus causas y funciones psicosomáticas. Esta obra de Descartes es una de las más clásicas e influyentes de la psicología y de la filosofía moral. Por su originalidad es también una de las más actuales.
- ÍNDICE
- INTRODUCCIÓN
- 1. De qué trata esta obra
- 2. Por qué escribe Descartes este tratado y qué lugar ocupa en su filosía
- 3. Cómo aborda Descartes el estudio de las pasiones y qué hay de novedoso en ello
- 3.1. Psicología sin metafísica, o por qué la máquina humana no es anfitrión del espíritu
- 3.2. Qué son las pasiones y tres razones por las que la psicología cartesiana no puede prescindir de la física
- 4. Para qué sirven las pasiones
- BIBLIOGRAFÍA
- CRONOLOGÍA
- LAS PASIONES DEL ALMA
- Primera parte: De las pasiones en general y accidentalmente de toda la naturaleza del hombre
- Art. 1: Lo que es pasión respecto a un sujeto es siempre acción en algún otro aspecto
- Art. 2: Para conocer las pasiones del alma debemos distinguir sus funciones de las del cuerpo
- Art. 3: Qué regla debemos seguir al efecto
- Art. 4: El calor y el movimiento de los miembros proceden del cuerpo; los pensamientos, del alma
- Art. 5: Es erróneo creer que el alma da movimiento y calor al oc cuerpo
- Art. 6: Qué diferencia hay entre un cuerpo vivo y un cuerpo muerto
- Art. 7: Breve explicación de las partes del cuerpo y de algunas de sus funciones
- Art. 8: Cuál es el principio de todas estas funciones
- Art. 9: Cómo se produce el movimiento del corazón
- Art. 10: Cómo se producen en el cerebro los espíritus animales
- Art. 11: Cómo se producen los movimientos de los músculos
- Art. 12: Cómo actúan sobre los órganos de los sentidos los objetos exteriores
- Art. 13: Esta acción de los objetos exteriores puede conducir de distintas maneras los espíritus a los músculos
- Art. 14: La diversidad existente entre los espíritus puede diversificar también su curso
- Art. 15: Cuáles son las causas de su diversidad
- Art. 16: Cómo todos los miembros pueden ser movidos por los objetos de los sentidos y por los espíritus sin ayuda del alma
- Art. 17: Cuáles son las funciones del alma
- Art. 18: De la voluntad
- Art. 19: De la percepción
- Art. 20: De las imaginaciones y otros pensamientos que están formados por el alma
- Art. 21: De las imaginaciones que sólo tienen por causa el cuerpo
- Art. 22: De la diferencia existente entre las otras percepciones
- Art. 23: De las percepciones que referimos a los objetos que están fuera de nosotros
- Art. 24: De las percepciones que referimos a nuestro cuerpo
- Art. 25: De las percepciones que referimos a nuestra alma
- Art. 26: Las imaginaciones que dependen exclusivamente del movimiento fortuito de los espíritus pueden ser pasiones tan verdaderas como las percepciones que dependen de los nervios
- Art. 27: Definición de las pasiones del alma
- Art. 28: Explicación de la primera parte de esta definición
- Art. 29: Explicación de la otra parte
- Art. 30: El alma está unida a todas las partes del cuerpo conjuntamente
- Art. 31: Hay una pequeña glándula situada en el cerebro y en la que el alma ejerce sus funciones más particularmente que en las demás partes
- Art. 32: Cómo se sabe que esta glándula es la sede principal del alma
- Art. 33: La sede de las pasiones no es el corazón
- Art. 34: Cómo actúan una sobre otro el alma y el cuerpo
- Art. 35: Ejemplo de la manera como las impresiones de los objetos se unen en la glándula que está en medio del cerebro
- Art. 36: Ejemplo de la manera como son provocadas las pasiones en el alma
- Art. 37: Cómo parece que todas ellas son causadas por algún movimiento de los espíritus
- Art. 38: Ejemplo de los movimientos del cuerpo que acompañan a las pasiones y no dependen del alma
- Art. 39: Cómo una misma causa puede provocar diversas pasiones en diversos hombres
- Art. 40: Cuál es el efecto principal de las pasiones
- Art. 41: Cuál es el poder del alma respecto del cuerpo
- Art. 42: Cómo encontramos en la memoria las cosas que queremos recordar
- Art. 43: Cómo el alma puede imaginar, estar atenta y mover el cuerpo
- Art. 44: Cada voluntad está unida naturalmente a algún movimiento de la glándula; pero a propósito o por hábito, se la puede unir a los otros
- Art. 45: Cuál es el poder del alma respecto de sus pasiones
- Art. 46: Cuál es la razón que impide al alma disponer enteramente de sus pasiones
- Art. 47: En qué consisten los combates, que habitualmente nos imaginamos, entre la parte inferior y la parte superior del alma
- Art. 48: En qué se conoce la fuerza o la debilidad de las almas y cuál es el mal de las más débiles
- Art. 49: La fuerza del alma no basta sin el conocimiento de la verdad
- Art. 50: No hay alma tan débil como para que no pueda adquirir un poder absoluto sobre sus pasiones, si está bien conducida
- Segunda parte: Del número y del orden de las pasiones y explicación de las seis primarias
- Art. 51: Cuáles son las primeras causas de las pasiones
- Art. 52: Cuál es su uso y cómo pueden ser enumeradas
- Art. 53: La admiración
- Art. 54: La estimación o el desprecio, la generosidad o el orgullo y la humildad o la bajeza
- Art. 55: La veneración y el desdén
- Art. 56: El amor y el odio
- Art. 57: El deseo
- Art. 58: La esperanza, el temor, la celotipia, la seguridad y la desesperación
- Art. 59: La irresolución, la valentía, la audacia, la emulación, la cobardía y el terror
- Art. 60: El remordimiento
- Art. 61: La alegría y la tristeza
- Art. 62: La burla, la envidia, la piedad
- Art. 63: La autosatisfacción y el arrepentimiento
- Art. 64: La simpatía y el agradecimiento
- Art. 65: La indignación y la ira
- Art. 66: La gloria y la vergüenza
- Art. 67: El hastío, la añoranza y el alivio
- Art. 68: Por qué esta enumeración de las pasiones es distinta de la que ordinariamente se enseña
- Art. 69: Hay sólo seis pasiones primarias
- Art. 70: De la admiración. Su definición y su causa
- Art. 71: En esta pasión no tiene lugar ningún cambio en el corazón ni en la sangre
- Art. 72: En qué consiste la fuerza de la admiración
- Art. 73: Qué es el asombro
- Art. 74: Para qué sirven todas las pasiones y en qué son nocivas
- Art. 75: Para qué sirve particularmente la admiración
- Art. 76: En qué puede ser nociva y cómo se puede remediar su defecto y corregir su exceso
- Art. 77: No son los más estúpidos ni los más hábiles los más inclinados a la admiración
- Art. 78: El exceso de admiración puede transformarse en hábito, si no se corrige
- Art. 79: Definiciones del amor y del odio
- Art. 80: Qué es unirse o separarse de voluntad
- Art. 81: De la distinción que habitualmente se hace entre el amor de concupiscencia y el de benevolencia
- Art. 82: Cómo pasiones muy diferentes coinciden en participar del amor
- Art. 83: De la diferencia existente entre el simple afecto, la amistad y la devoción
- Art. 84: No hay tantas clases de odio como de amor
- Art. 85: De la complacencia y del horror
- Art. 86: Definición del deseo
- Art. 87: Se trata de una pasión que no tiene contrario
- Art. 88: Cuáles son sus diversas especies
- Art. 89: Cuál es el deseo que nace del horror
- Art. 90: Cuál es el que nace de la complacencia
- Art. 91: Definición de la alegría
- Art. 92: Definición de la tristeza
- Art. 93: Cuáles son las causas de estas dos pasiones
- Art. 94: Cómo estas pasiones son suscitadas por bienes o males, que sólo se refieren al cuerpo, y en qué consisten el sentimiento agradable y el dolor
- Art. 95: Cómo pueden ser también producidas por bienes y males que el alma no observa, aunque le pertenezcan, como el placer de arriesgarse o de recordar el mal pasado
- Art. 96: Cuáles son los movimientos de la sangre y de los espíritus que causan las cinco pasiones precedentes
- Art. 97: Principales experiencias que sirven para conocer estos movimientos en el amor
- Art. 98: En el odio
- Art. 99: En la alegría
- Art. 100: En la tristeza
- Art. 101: En el deseo
- Art. 102: En el movimiento de la sangre y de los espíritus en el amor
- Art. 103: En el odio
- Art. 104: En la alegría
- Art. 105: En la tristeza
- Art. 106: En el deseo
- Art. 107: Cuál es la causa de estos movimientos en el amor
- Art. 108: En el odio
- Art. 109: En la alegría
- Art. 110: En la tristeza
- Art. 111: En el deseo
- Art. 112: Cuáles son los signos externos de estas pasiones
- Art. 113: De los gestos de los ojos y déla cara
- Art. 114: De los cambios de color
- Art. 115: Cómo hace enrojecer la alegría
- Art. 116: Cómo hace palidecer la tristeza
- Art. 117: Cómo en ocasiones se enrojece estando tristes
- Art. 118: De los temblores
- Art. 119: De la languidez
- Art. 120: Cómo es originada por el amor y por el deseo
- Art. 121: Cómo puede ser originada también por otras pasiones
- Art. 122: Del desmayo
- Art. 123: Por qué nos desmayamos de tristeza
- Art. 124: De la risa
- Art. 125: Por qué la risa no acompaña a las más grandes alegrías
- Art. 126: Cuáles son sus principales causas
- Art. 127: Cuál es la causa de la risa en la indignación
- Art. 128: Del origen de las lágrimas
- Art. 129: De la manera como los vapores se convierten en agua
- Art. 130: Cómo lo que produce dolor en el ojo incita a llorar
- Art. 131: Cómo se llora de tristeza
- Art. 132: De los gemidos que acompañan a las lágrimas
- Art. 133: Por qué los niños y los viejos lloran fácilmente
- Art. 134: Por qué algunos niños palidecen en vez de llorar
- Art. 135: De los suspiros
- Art. 136: De dónde provienen los efectos de las pasiones que son particulares de ciertos hombres
- Art. 137: De la función de las cinco pasiones aquí explicadas, en cuanto que se refieren al cuerpo
- Art. 138: De sus defectos y de los medios de corregirlos
- Art. 139: De la función de las mismas pasiones en cuanto que se refieren al alma, y en primer lugar del amor
- Art. 140: Del odio
- Art. 141: Del deseo, de la alegría y de la tristeza
- Art. 142: De la alegría y del amor comparados con la tristeza y el odio
- Art. 143: De las mismas pasiones cuando se relacionan con el deseo
- Art. 144: De los deseos cuya manifestación depende sólo de nosotros
- Art. 145: De los deseos que dependen únicamente de otras causas y de qué es la fortuna
- Art. 146: De los deseos que dependen de nosotros y de otro
- Art. 147: De las emociones interiores del alma
- Art. 148: El ejercicio de la virtud es un soberano remedio contra las pasiones
- Tercera parte: De las pasiones particulares
- Art. 149: De la estimación y del desprecio
- Art. 150: Estas dos pasiones no son sino especies de la admiración
- Art. 151: Podemos estimarnos o despreciarnos a nosotros mismos
- Art. 152: Por qué causa podemos estimarnos
- Art. 153: En qué consiste la generosidad
- Art. 154: Impide despreciar a los demás
- Art. 155: En qué consiste la humildad virtuosa
- Art. 156: Cuáles son las propiedades de la generosidad y cómo sirve de remedio contra todos los desórdenes de las pasiones
- Art. 157: Del orgullo
- Art. 158: Sus efectos son contrarios a los de la generosidad
- Art. 159: De la humildad viciosa
- Art. 160: Cuál es el movimiento de los espíritus en estas pasiones
- Art. 161: Cómo se puede adquirir la generosidad
- Art. 162: De la veneración
- Art. 163: Del desdén
- Art. 164: Del uso de estas dos pasiones
- Art. 165: De la esperanza y del temor
- Art. 166: De la seguridad y de la desesperación
- Art. 167: De la celotipia
- Art. 168: Cuándo puede ser honrada esta pasión
- Art. 169: Cuándo es censurable
- Art. 170: De la irresolución
- Art. 171: De la valentía y de la audacia
- Art. 172: De la emulación
- Art. 173: Cómo la audacia depende de la esperanza
- Art. 174: De la cobardía y del miedo
- Art. 175: De la utilidad de la cobardía
- Art. 176: De la utilidad del miedo
- Art. 177: Del remordimiento
- Art. 178: De la burla
- Art. 179: Por qué los más imperfectos suelen ser los más burlones
- Art. 180: De la utilidad de la broma
- Art. 181: De la función de la risa en la broma
- Art. 182: De la envidia
- Art. 183: Cómo puede ser justa o injusta
- Art. 184: A qué se debe el que los envidiosos sean propensos a tener la tez plomiza
- Art. 185: De la piedad
- Art. 186: Quiénes son los más piadosos
- Art. 187: Cómo los más generosos experimentan esta pasión
- Art. 188: Quiénes son los que no sienten piedad
- Art. 189: Por qué esta pasión mueve a llorar
- Art. 190: De la autosatisfacción
- Art. 191: Del arrepentimiento
- Art. 192: Del favor
- Art. 193: Del agradecimiento
- Art. 194: De la ingratitud
- Art. 195: De la indignación
- Art. 196: Por qué unas veces va unida a la piedad y otras a la mofa
- Art. 197: La indignación va acompañada a menudo por la admiración y no es incompatible con la alegría
- Art. 198: De su uso
- Art. 199: De la ira
- Art. 200: Por qué los que enrojecen de ira son menos de temer que los que palidecen
- Art. 201: Hay dos clases de ira y las personas más bondadosas son las más propensas a la primera
- Art. 202: Las que más se dejan arrastrar por la otra ira son las almas débiles y bajas
- Art. 203: La generosidad sirve de remedio contra los excesos de ira
- Art. 204: De la gloria
- Art. 205: De la vergüenza
- Art. 206: Del uso de estas dos pasiones
- Art. 207: De la desvergüenza
- Art. 208: Del hastío
- Art. 209: De la añoranza
- Art. 210: Del júbilo
- Art. 211: Un remedio general contra las pasiones
- Art. 212: Únicamente de las pasiones depende todo el bien y todo el mal de esta vida