La convivencia entre las personas que participan en la vida de los centros educativos se ha convertido en las últimas décadas en una fuente de conflictos que perturban su funcionamiento y aparecen cargados con demasiada frecuencia y gran intensidad, en definitiva, de agresividad. El medio escogido aquí para observar el tratamiento de este tema es el cine que, como forma narrativa, está cubriendo una zona importante en las necesidades cognitivas y emocionales del espíritu social. Es la fantasía, la “fábrica de sueños”, lo ideal, lo imaginario, la creación que se nutre de las experiencias y las realidades sociales. Las películas tratadas en este libro reflejan la difícil y creciente realidad de la violencia en las aulas, que tiene en jaque a los sistemas de muchos países. Los docentes no pueden pasar por alto que los medios de comunicación de masas son en la actualidad uno de los notarios más implacables de su realidad cotidiana.